¿Nunca has sentido cómo tu ánimo cambiaba por momentos mientras escuchabas una canción concreta? ¿o has notado cómo recibías una nueva dosis de energía para terminar ese ejercicio físico que tanto te cuesta? Es la energía de la música. Dar un concierto es todo un derroche de energía por parte del director y músicos. Una energía que fluye desde el escenario llevada por el sonido hasta el oyente, provocando en el auditorio unos efectos conocidos desde antiguo. Estudios científicos recientes avalan eso que ya los antiguos intuían. Bien cuando escuchamos una canción o bien cuando tocamos un instrumento, nuestro sistema genera nuevas conexiones neuronales que afectan a casi todas las regiones del cerebro, ésas que controlan las funciones motrices, lingüisticas, cognitivas, emocionales o incluso sociales, activándolas y estimulándolas. Además, se genera dopamina que tiene múltiples beneficios: regula el sueño, el humor, la memoria, la atención… La música clásica, para terminar, según algunos estudios, provoca la generación de serotonina, una sustancia que provoca relajación y calma los niveles de estrés y ansiedad. Hemos creado este concierto con la idea de relacionar dos conceptos: por un lado esa energía de la música que nos provoca ese bienestar interior y por otro, la energía en su sentido físico, obtenida del carbón de nuestra cuenca minera, a través de la Central Térmica de Puente Nuevo (1966 – 2020), que tanto ha beneficiado a nuestra comarca durante décadas. Programa del concierto ————————————– Sinfonía – Eduardo Lucena (1849 – 1893) Gran Vals – Francisco Tárrega (1852 – 1909) Oblivion – Astor Piazzolla (1921 – 1992) Asturias – Isaac Albéniz (1860 – 1909) – Guitarra solista: Fernando Camacho CPO Rhapsody – Stefano Squarzina (1966) Soñar es volar – Ricardo Sandoval (1971) Bumbac – Ricardo Sandoval Director: Guillermo Martínez Pelayo Artista invitado: Fernando Camacho Serrano (guitarrista)