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Castilla: amor, humor y muerte
Ref: 182 SOLICITAR
TÍTULO: Castilla: amor, humor y muerte.
Espectáculo musical dramatizado que supone un viaje por la España del Renacimiento a través de su música profana, pasando de los ambientes más solemnes a los más jocosos, incluso soeces (dentro de la libertad expresiva de aquella época, asombrosamente descarada aunque hoy suele pensarse lo contrario).
Finaliza la Edad Media, que se lleva por delante una guerra intermitente de ocho siglos, marcada por la incomprensión religiosa y cultural. A Boabdil le toca el injusto papel histórico de entregar las llaves de ocho siglos de desarrollo a la alianza de Castilla y Aragón que conformará la España moderna. Al-Andalus desaparece batida, como Bizancio, por la moderna artillería que se abre paso como un portento de la ingeniería, pero se abren caminos que antes nunca se habían imaginado, a través de la exploración de los mares, de los continentes, y también del propio cuerpo a través de una medicina cuyo empirismo bebe precisamente en parte de las fuentes árabes y judías.
En la Península Ibérica, sin embargo, el recuerdo de las epidemias y las enfermedades mortales, de las que no se libra ni la propia familia real, deja un poso de amargura que tiñe incluso las relaciones amorosas y que se alía con el nuevo lema del Humanismo laico y grecorromano: carpe diem. Esta nueva forma de vivir el momento convive, de forma paradójica, con la esperanza de la vida eterna a través del cristianismo omnipresente, como habían convivido en la poesía andalusí el hedonismo y la mística.
Siempre nos preguntamos cómo pudo ser la coexistencia entre musulmanes y cristianos, durante la Edad Media de las tres culturas, durante la guerra de Granada y, sobre todo, durante la larga etapa de intolerancia latente hacia los vencidos, que dura hasta la definitiva expulsión de los moriscos a principios del siglo XVII. Observaremos la cultura andalusí desde la visión de la polifonía cristiana.
El espectáculo comienza con un preludio abrupto y sorprendente, una obra satírica (Allala pia calia, de Orlando di Lasso), de carnaval, escrita en un idioma inventado que deja patente la incomprensión hacia “los otros”. Los intérpretes se presentan mediante mímica, apareciendo desde lugares insospechados, como si hubiesen sido transportados desde el Renacimiento a un escenario que desconocen, ataviados de forma carnavalesca, con máscaras.
Después, nos moveremos entre tres ambientes:
•La guerra. Este ambiente está dominado por la Conquista de Granada (culminada en 1492). Los Reyes Católicos y los artistas de la época recurren a la música y la poesía como un medio para promocionar “el buen ganar” de los cristianos, tendiendo la mano a los granadinos vencidos (en su época llamados moros) y conmiserándose de ellos, a la vez que destacan el arte de la guerra del ejército de los Reyes Católicos y la ayuda de Dios.
•El amor. Este ambiente está dominado por el amor y la sospecha entre comunidades culturales. Los cristianos recelan de los musulmanes y de los judíos, al igual que sospechan de los conversos, y viceversa. En esta incomprensión mutua y generalizada, surge el amor como una fuerza que se rebela contra lo establecido por la ley y la religión. Quedan visibles la incomprensión, la diversidad cultural, el carpe diem (disfrutar de los placeres sin pensar en el mañana), el desengaño e incluso la diversidad sexual.
•La vida y la muerte. A causa de la experiencia llega la reflexión ante la brevedad de la vida y la cercanía de la muerte, que devuelven a su justa medida los dos temas anteriores, como el eterno estribillo de una época que sigue marcando nuestro presente, ahora más que nunca tras los últimos acontecimientos. Ni siquiera la familia real se libra de la enfermedad y la muerte. La reacción es abrazar el carpe diem, pero también trabajar por “la fama”, es decir, la memoria que dejemos para la posteridad.
Finalmente, nuestro viaje acaba con una fiesta, una celebración de la vida como colofón al tercer ambiente: un festín de carnaval (Hoy comamos y bebamos, de Juan del Enzina) con un baile (la chacona).
Es una propuesta muy relacionada con el momento actual, ya que vivimos de nuevo en una época de migraciones y choques culturales, de los cuales debemos sacar un enriquecimiento cultural y personal, en lugar del enfrentamiento.
Duración:85 min
Obras:Allala pia calia, de Orlando di Lasso (1532-1594)
Una sañosa porfía, de Juan del Enzina (1468-1529)
Rey a quien reyes adoran, anónimo
Levanta Pascual, de Juan del Enzina
Dios te salve cruz preciosa, anónimo
Do mueren sin fenescer, anónimo
Qué es de ti desconsolado, de Juan del Enzina
Pase el agoa, anónimo
Ay triste que vengo, de Juan del Enzina
Ay, linda amiga,
Más vale trocar, de Juan del Enzina
Cucú, de Juan del Enzina
Pues que jamás olvidaros, de Juan del Enzina
Di, perra mora, de Pedro Guerrero (s. XVI)
A los baños del amor, anónimo
Vi los barcos, madre, anónimo
Tres morillas me enamoran, anónimo
Si habrá en este baldrés, de Juan del Enzina
Triste España sin ventura, de Juan del Enzina
Recuerde el alma dormida, de Alonso Mudarra (c.1510-1580)
Todos los bienes del mundo, de Juan del Enzina
Gasajémonos de hucía, de Juan del Enzina
Hoy comamos y bebamos, de Juan del Enzina
Todas las obras son de los siglos XV y XVI.
Requisitos imprescindibles:El espacio escénico que se provea y luz ambiental. Un micrófono (y su correspondiente altavoz) para las presentaciones de las obras. SI no fuese posible el micrófono, al menos una toma de corriente.
Requisitos convenientes:
Ubicación:cualquiera
Espacio:cualquiera
Medidas del espacio:Al menos 5 metros de anchura y 2 de profundidad.
Movilidad:movilidad
Músicos y otros animales
Ref: 183 SOLICITAR
Bajo la excusa de reflejar los clichés asociados por cada cultura a diferentes animales, realizamos un divertido y variopinto viaje por la música inglesa, española, francesa, italiana y alemana entre la Edad Media y el Barroco: nuestro programa más “salvaje”.
Desde el anónimo compositor medieval inglés de Summer is icumen in hasta Monteverdi, considerado el creador del Barroco, nuestro hilo conductor va a ser la presencia de animales en la música, especialmente en Inglaterra. Estadísticamente sobresalen, con diferencia, los pájaros, cuyo canto es fácilmente imitable por la música. Nuestro programa va a estar plagado de cucos (Der Gutzgauch, Cucú, Summer), alondras (L’alouette), ruiseñores (Quel augellin, The nightingale), palomas e incluso cisnes. En otro plano hay monos, serpientes, perros, gansos, gallinas, cuervos, grillos e incluso una reunión de animales que intentan cantar un madrigal.
Sin embargo, no todo es superficie: cada animal oculta una simbología:
•El cuco, que ocupa nidos ajenos, se relaciona con la infidelidad por Juan del Enzina (Cucú), pero también con los cambios de estación para el anónimo inglés de Summer is icumen in.
•El cisne de Gibbons (The silver swan) sólo canta al morir, y pronuncia un sabio y conmovedor alegato contra la estupidez, pero el cisne de Arcadelt (Il bianco e dolce cigno) oculta en su muerte un doble sentido, porque al orgasmo se le llama “la pequeña muerte” y, por tanto, morir 1000 veces al día podemos imaginar qué es.
•Los tres cuervos de Ravenscroft (cuyo apellido significa precisamente “granja de cuervos”) cuchichean mientras esperan para comerse un caballero muerto, pero sus perros, sus halcones y su viuda les dejan sin desayuno.
•Los tres monos (The ape, the monkey and baboon) de Weelkes hacen una apuesta sobre la capacidad de corrupción del ser humano.
•Las serpientes (As deadly serpents), también de Weelkes, representan la envidia y la corrupción que acechan incluso a las personas más virtuosas.
•Otras veces los animales representan el dolor del poeta, roto por el amor: la paloma de Tallis, que se suicida (Like as the doleful dove), o el ruiseñor de Monteverdi (Quel augellin), en cuyo canto el poeta imagina un lamento de amor.
Otras veces, los animales ofrecen vía libre a la sátira, la imaginación e incluso la brutalidad de los poetas:
•Janequin, compositor especializado en las onomatopeyas, comienza Le chant de l’alouette como una alabanza al canto de la alondra, pero se cansa de que cante demasiado pronto, despertándole, y el poeta la insulta una y otra vez y la imagina sometida a todo tipo de torturas y muertes crueles, sin que la música varíe un ápice su aspecto inocente de canción infantil.
•Passereau (que significa “gorrión”) en Il est bel et bon describe el diálogo entre dos mujeres que se preguntan por sus maridos, y una de ellas termina comparando al suyo con las gallinas a las que da de comer, pues el hombre hace todo lo que se espera de una ama de casa, pero ella no se siente satisfecha, así que se toma “sus placeres” por su propia cuenta.
•El grillo de Josquin es el trasunto de un cantante vago e indisciplinado que sólo canta por vino o por amor.
•Di, perra mora, no contiene más alusión a los animales que la forma en que se llamaba a las mujeres no bautizadas: una letra digna del reggaeton renacentista.
•Audite nova, de Lasso, empieza con una llamada en latín, muy engañosa, porque parece un motete religioso, pero enseguida se convierte en una rústica canción alemana que invita a perseguir, cazar, despedazar y comer a un pobre ganso, todo ello bajo la protección de San Martín y acompañados del mejor vino.
•Mención aparte merece la imaginación del autor del Contrapunto bestiale alla mente, donde un búho, un gato, un perro y un cuco improvisan una pieza musical sobre un curioso cantus firmus en latín. Esta pieza forma parte de una “comedia madrigalesca”, un género mixto entre teatro y ópera, formado por una sucesión de madrigales con un hilo argumental, precedente inmediato de la ópera.
Esta propuesta está muy relacionada con el mundo actual, la sensibilidad hacia el medio ambiente y el respeto a los animales, en un momento de cambio climático y extinción masiva de especies, funcionando como una reflexión acerca del trato que el ser humano ha dado a los seres vivos a lo largo de los siglos.
Duración:80
Obras:•Summer is icumen in (entrada en procesión). Anónimo inglés s. XIII
•Der Gutzgauch, de Lorenz Lemlin (1495-1551).
•Cucú, de Juan del Enzina (1468-1529).
•The three ravens, de Thomas Ravenscroft (1582-1635).
•The nightingale (trío), de Thomas Weelkes (1576-1623).
•Le chant de l’alouette, de Clement Janequin (1485-1558).
•Il bianco e dolce cigno, de Jacques Arcadelt (1507-1568).
•The silver swan (quinteto), de Orlando Gibbons (1583-1625).
•Il est bel et bon, de Pierre Passereau (1509-1553).
•El grillo, de Josquin Desprez (1450-1521).
•As deadly serpents lurking (trío), de Thomas Weelkes.
•Like as the doleful dove, de Thomas Tallis (1505-1585).
•The ape, the monkey and baboon (trío), de Thomas Weelkes.
•Di, perra mora, del Cancionero de Medinaceli (s. XVI).
•Quel augellin che canta (quinteto), de Claudio Monteverdi (1567-1643).
•Audite nova, de Orlando di Lasso (1532-1594).
•Contrapunto bestiale, de Adriano Banchieri (1568-1634).
Todas las obras son de los siglos XIII al XVII.
Requisitos imprescindibles:El espacio escénico que se provea y luz ambiental. Un micrófono (y su correspondiente altavoz) para las presentaciones de las obras. SI no fuese posible el micrófono, al menos una toma de corriente.
Requisitos convenientes:
Ubicación:cualquiera
Espacio:cualquiera
Medidas del espacio:Al menos 5 metros de anchura y 2 de profundidad.
Movilidad:movilidad
Entre dos orillas
Ref: 184 SOLICITAR
Con este concierto pretendemos construir puentes entre la Península Ibérica y la América virreinal, el resultado de aquella aventura de futuro incierto pero cargado de sueños que comenzó en 1492, recién conquistada Granada, y que no fue fácil para ninguna de las partes. Si bien los colonos, los criollos y los habitantes de la metrópoli aprendieron tanto de los nativos que hoy la dieta mediterránea no sería reconocible sin la aportación de América, los nativos americanos recibieron una religión nueva que finalmente se aclimataría allí incluso mejor que los cultivos que se introdujeron en Europa: el catolicismo, con su correspondiente mestizaje. ¿Y qué mejor vehículo para propagar la nueva creencia que la música, con la calidad que alcanzaron las capillas y los compositores ibéricos del Siglo de Oro?
Nuestro programa parte de los clásicos polifonistas españoles del siglo XVI, como Morales, Victoria y Guerrero. Algunos de aquellos compositores cruzaron el océano y crearon escuela en México y Guatemala, como Hernando Franco, el portugués Gaspar Fernández y su discípulo, el malagueño Juan Gutiérrez de Padilla, que se convierte en la pieza central de nuestro programa al comunicar Málaga con América. Los españoles pronto se dieron cuenta del mérito artístico de los nativos y de que sus propios ritos e idiomas ayudaban a propagar la fe, a través de piezas en nahuatl y quechua. Nos despedimos a caballo entre los siglos XVII y XVIII, con obras de la mexicana Sor Juana Inés de la Cruz, el portugués Diogo Dias de Melgás y dos maestros de capilla de Málaga: Estevão de Brito y J.F. Iribarren.
Es un programa muy relacionado con el momento actual y con las zonas del país que reciben más migraciones, siendo una forma de visibilizar el mestizaje que ha existido siempre en este país a través de su historia, como un territorio volcado al Atlántico y al Mediterráneo.
Duración:80
Obras:1ª Parte
Hanacpachac cusicuinin, anónimo en quechua [himno procesional]
Dios te salve, cruz preciosa, del CM de Palacio (s. XVI)
Peccantem me quotidie, de Cristóbal de Morales (c.1500-1553)
Domine Jesu Christe, de Melchor Robledo (c.1510-1586)
Antes que comáis a Dios, de Francisco Guerrero (1528-1599)
Todo cuanto pudo dar, de Francisco Guerrero
O vos omnes, de Tomás Luis de Victoria (1548-1611)
Dios itlaço nantcine, anónimo en nahuatl
Christus factus est, de Hernando Franco (1532-1585)
Sancta María, anónimo en nahuatl
***
2ª Parte
Stabat Mater, de Juan Gutiérrez de Padilla (Málaga, c.1595-1664)
Tristis est anima mea, de Juan Gutiérrez de Padilla
Desnudito parece mi Niño, de Gaspar Fernández (c.1565-1629)
Xicochi, en nahuatl, de Gaspar Fernández
Inter vestibulum, de Estevão de Brito (1570-1641)
Salve Regina, de Diogo Dias Melgás (1638-1700)
Madre, la de los primores, de Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695)
Spiritus Domini, de Juan Francés de Iribarren (1699-1767)
Todas las obras son de los siglos XVI al XVIII.
Requisitos imprescindibles:El espacio escénico que se provea y luz ambiental. Un micrófono (y su correspondiente altavoz) para las presentaciones de las obras. SI no fuese posible el micrófono, al menos una toma de corriente.
Requisitos convenientes:
Ubicación:cualquiera
Espacio:cualquiera
Medidas del espacio:Al menos 5 metros de anchura y 2 de profundidad.
Movilidad:movilidad